El Ayuntamiento de Granada da clases de incapacitación ciclista.

La asociación de ciclistas Biciescuela Granada quiere expresar públicamente su frustración ante el absurdo plan de formación ciclista que el Ayuntamiento de Granada acaba de iniciar en los centros educativos de la ciudad. De nada sirvió la entrevista mantenida con la Concejal de Movilidad del Aynutamiento, Telesfora Ruiz, ni todo el esfuerzo que esta asociación está realizando para dar sensatez y coherencia en la naturalización de la bicicleta como medio de transporte seguro y eficaz.

Según se puede consultar en la página web del Área de Movilidad del Ayuntamiento de Granada, la actividad desarrollada por Granada al Pedal y el Centro de Seguridad Vial en el colegio Ramón y Cajal, ha centrado su parte práctica en vías ciclistas segregadas. Para los que todavía creen en la seguridad de los carriles bici... ¿Por qué el Ayuntamiento de Granada está enseñando a los niños a circular por estos carriles? ¿No será que el Ayuntamiento dispone de datos de accidentalidad en carriles bici en las ciudades donde han sido implementados y por eso considera que hay que invertir un dinero público en enseñar a circular por ellos para reducir la probabilidad de los accidentes que generan? Basta ver cómo ha sido necesaria la presencia de la policía local, cortando el tráfico en los cruces de este carril bici para que los niños puedan pasar. Cuando no esté la policía para ayudarles a cruzar y cuando no dispongan de un carril bici, ¿Qué harán estos niños con sus bicicletas? Respuesta: arriesgarse a tener un accidente y, cuando sean adultos, seguir circulando por las aceras. 
Durante el curso l policía local corta el tráfico en el cruce del carril bici de la circunvalación para que pasen los alumnos, donde el 12 de sept. 2012 dos ciclistas menores de edad fueron atropellados

Un kilómetro de carril bici cuesta una media de 266.000€, sin incluir lo que cuesta su mantenimiento posterior. Ahora hay que añadir el precio de unos cursos para enseñar a utilizarlo. ¿No sería mejor enseñar directamente a circular en bicicleta con autonomía por todas las calles de la ciudad en lugar de construir estos carriles? Una formación orientada a la conducción de bicicletas en carriles bicis es una formación basada en el miedo y esto sólo puede crear gente dependiente y miedosa. Además, limita las posibilidades de estos niños ya que, al estar aprendiendo a moverse por estas vías, nunca se atreverán a circular por las calzadas, que es el lugar que establece la ley y el espacio más adecuado para la bicicleta como medio de transporte. Las consecuencias directas más preocupantes son: el aumento de la accidentalidad ciclista y la invasión de ciclistas adultos por las aceras. 

El mito de los carriles bici se ha venido abajo a la luz de la experiencia y las estadísticas: ni son seguros (los alarmantes datos disponibles de siniestralidad lo demuestran); ni sirven para disminuir el tráfico motorizado ya que las ciudades con gran implementación del carril bici tanto en España como en el resto de países europeos no lo han logrado; ni son útiles para usar la bicicleta como medio de transporte debido a la cantidad de obstáculos y cruces que tienen en su trayectoria y la anchura insuficiente para poder circular con una velocidad mayor a 5-10km/h; crean conflictos con peatones; tienen infinidad de anomalías por ser vías segregadas y excesivamente estrechas; cuestan mucho dinero y nunca serán suficientes porque son pocas las calles que podrán disponer de estos carriles y mucho el dinero que cuesta construirlos. Además, no hay nada más peligroso que transmitir sensación de seguridad donde no la hay, y esto es lo que hacen estas vías.

Antes o después se hace inevitable interactuar con el tráfico a motor, porque lo contrario es la desastrosa invasión de las aceras por parte de ciclistas adultos que no saben circular en el tráfico y que tienen miedo en las calles que no cuentan con un carril bici (la mayoría). La bicicleta es un vehículo con derechos (a circular por la calzada) y obligaciones (a no circular por las aceras). La apuesta por los carriles bici vulnera los derechos del ciclista y les invita a incumplir sus obligaciones. 

Lo lógico es que, atendiendo a lo que la bicicleta es legalmente – un vehículo-, el Ayuntamiento de Granada apostase por la formación ciclista para minimizar los temores y los posibles riesgos en su convivencia natural con el resto del tráfico. Una vez que un ciclista tiene los conocimientos y habilidades adecuados para desenvolverse con soltura, seguridad y respeto en la calzada, entonces estará en disposición de decidir si prefiere meterse en un carril bici o mantener sus itinerarios en la calzada. La formación ciclista en la calzada permite la libre elección de los ciclistas, mientras que la formación dirigida en los carriles bici, la impide. 

Resultaría muy desagradable pensar que el Ayuntamiento, para poner en marcha su nuevo Plan de Movilidad Sostenible, esté pretendiendo expulsar a los ciclistas de algunas calzadas y segregarlos a estos carriles por considerar la bicicleta como un estorbo para el tráfico. Este pensamiento lleva a otro más desagradable todavía: que la formación que el Ayuntamiento propone se adapta al adiestramiento de los jóvenes ciclistas en esta errónea concepción de la bicicleta: “molestáis en el tráfico, el tráfico es un peligro, vuestra única posibilidad son las infraestructuras que os hacemos”. 

Granada, 31 enero 2013

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